Orientación a Colegios
Sistema Integral de Prevención en Establecimientos Educacionales
¿Por qué prevenir en la escuela?
En la actualidad Chile presenta la condición de ser el país con el mayor nivel de consumo de marihuana en población escolar, indicador problemático puesto que la experimentación temprana de este tipo de sustancias en los escolares es una alerta, ya que hablamos de personas cuyo cerebro está en pleno proceso de formación, y porque son en estas etapas tempranas donde hay mayor riesgo de que derive en una adicción futura. Una enfermedad devastadora del cerebro que hace que la persona no pueda dejar de consumir drogas aun cuando quiera hacerlo. Es por ello que se debe implementar políticas de prevención escolar sobre el abuso de estas sustancias desde una temprana detección mediante test de doping y políticas dirigidas tanto al estudiante, apoderados y profesores.
Políticas que en países desarrollados como Finlandia, Islandia han agregado de modo preventivo en su educación, aplazando la edad de inicio del consumo, como lo que se hace en la actualidad con drogas legales como el tabaco y el alcohol, por esto es importante la detección temprana de las drogas más consumidas entre los adolescentes, todo tipo de droga y medicamentos como el clonacepan en este segmento etario el cual se ve (estudios los demuestran), profundamente deñado bajo un consumo sin supervisión psiquiátrica.
Este Programa tiene como objetivo fortalecer a “Estudiantes, familias y agentes educativos en sus competencias preventivas respecto del consumo de drogas y alcohol”. Que comprende desde el nivel preescolar hasta 4° Medio.
Los programas de Prevención son:
-Programa uno (Preescolar): Enfocado a apoderados de niños de 3 y 6 años de edad.
-Programa Dos: Enfocado a apoderados y Alumnos de 1° a 6° básico.
– Programa Tres: Enfocado a apoderados y Alumnos de 7° a 4° medio.
Los objetivos del programa de prevencion tanto para los estudiantes y apoderados apunta a desarrollar lo siguiente:
Desarrollar un estilo de vida saludable y una actitud crítica frente a las drogas y alcohol.
Fortalecer competencias parentales que promuevan el desarrollo de habilidades protectoras en sus hijos e hijas, promover redes y participación en la comunidad.